¡Empezamos el día con un nuevo ciberconsejo!
Mucho cuidado…
Cada día se comparten millones de enlaces. Los ciberdelincuentes lo saben, y por eso utilizan técnicas de ingeniería social para conseguir que los usuarios hagan clic en enlaces nada seguros.
Un enlace malicioso es un ‘link’ que parece fiable pero que, al pinchar en él, redirige a una web falsa que imita ser una web oficial. Una vez que el usuario cree estar navegando por una web de confianza, podría introducir datos personales como su correo electrónico, contraseñas e incluso datos bancarios.
¿Cómo protegerse de la amenaza?
– Observar el remitente del mensaje: Si la fuente es desconocida, deberá activar las alarmas. En caso de que el remitente sea conocido pero haya algo sospechoso, es aconsejable contactar con esa persona de confianza a través de otro medio para comprobar si ha enviado ese mensaje realmente.
– Observar el contexto del mensaje. Hay señales que pueden hacer sospechar: utilizando palabras generales como ‘cliente’ o ‘usuario’ en vez de por su nombre real o que el mensaje contenga faltas de ortografía.
– Revisar las letras del enlace: Si la URL comienza por ‘https://’ es una buena señal. Una vez que el enlace está abierto, si está en color verde y hay un candado significa que muy probablemente la web pertenezca a quien dice ser.
Si tienes dudas, aquí estamos para ayudarte